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Aumentar el poder adquisitivo aumenta el consumo y promueve el crecimiento económico. Se puede aumentar el poder adquisitivo de dos formas, abaratando el precio de los productos o aumentando los salarios. El gran éxito de nuestro modelo económico ha sido reducir precios para aumentar el consumo. En el aspecto social es algo positivo que permite aumentar nuestra calidad de vida. Aumentar el poder adquisitivo permite que la población pueda acceder a bienes materiales y servicios que mejoren su calidad de vida. En el aspecto ambiental, mayor consumo implica mayor consumo de recursos y mayor deterioro ambiental. Por ello la medidas que fomentan el consumo deben compensarse con medidas que fomenten el consumo sostenible.

No todas las empresas realizan políticas sociales que contribuyen a una mejora social. Es justo aplicar medidas políticas que beneficien a las empresas que generan un impacto positivo en la sociedad frente a las que respecto a las que no. Estas medidas, pueden ser ventajas fiscales, o promocionales como la creación rankings de empresas comprometidas con la sociedad. Este tipo de medidas crean motivaciones para que las empresas cambien sus políticas, además los consumidores disponemos de criterios de selección para comprar productos o contratar servicios.

Las personas con discapacidad física o intelectual son en la mayoría de casos dependientes de ayudas públicas para subsistir y acceder a necesidades especiales de este colectivo. La ayuda de sus familiares evitan en muchos casos que se encuentren en riesgo de exclusión.

Conseguir que estas personas consigan un empleo que les permita emanciparse y ser independientes económicamente, además de conseguir su realización personal,  ahorran el uso de fondos públicos. Son necesarias, sin embargo, medidas políticas como ventajas fiscales que beneficien a las empresas que emplean puestos de trabajo a estos colectivos.  

La reducción de número de personas desempleadas, reduce el gasto de las prestaciones de desempleo y aumentan los ingresos de las administraciones públicas por las nuevas afiliaciones de la seguridad social. La creación de empleo no necesariamente reduce el número de personas desempleadas. Si las personas desempleadas no tienen preparación o cualificación adecuada, se necesitará cubrir alas necesidades con personas de otros países.

Medidas de creación de empleo que precisan de una inyección de dinero público pero que a medio o largo plazo se recupera la inversión realizada, vía aumento de recaudación por nuevos afiliados o por creación de riqueza. La medidas deben incluir mecanismos para monitorizar los gastos y retornos, así como medidas de control para asegurar que a medio plazo se recupera la inversión realizada.

La creación de empleo público supone una carga permanente para las arcas públicas. A largo plazo los gobiernos tienen que incluir estas partidas de gastos en sus presupuestos en detrimento de otros gastos. Se reduce el margen de actuación de los gobiernos para afrontar cambio en las necesidades de la población. Por ello la creación de empleo público se considera como una medida poco sostenible que afectar negativamente a la economía. Con una  economía débil las medidas muy dependiente del dinero público, a largo plazo puede repercutir negativamente en los otros dos pilares que son la sociedad y protección ambiental.

Medidas que fomentan la creación de nuevos puestos de trabajo en el sector privado sin financiación de arcas públicas.