Los autónomos realizan pagos a la seguridad social independientemente de su nivel de ingresos. Esto perjudica principalmente a los autónomos con menores ingresos y con ingresos variables en el tiempo. Los meses en lo que obtienen menos ingresos siguen obligados a pagar las mismas cuotas a la seguridad, incluso cuando sus ingresos son inferiores a las cuotas.
Los autónomos reciben un trato discriminatorio respecto al resto de trabajadores.