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Personas con bajos niveles de formación pueden verse obligados a realizar trabajos mal remunerados y poco dignos. También aquellos que no encajen con los perfiles que busca nuestro mercado de trabajo. No todas las personas somos iguales ni nos adecuamos a los perfiles estándar que buscan las empresas. Nuestro sistema educativo obsoleto está diseñado para modelarnos y adecuarnos a estos perfiles. Por eso incluso personas ingeniosas, innovadoras, con altas capacidades fracasan en nuestro sistema educativo y con ellos ven limitadas el acceso a mejores puestos de trabajo. La mayoría de personas tenemos grandes capacidades que si se desarrollan adecuadamente nos permitirán triunfar en el mundo profesional. Esta es la mejor forma de acabar con trabajos precarios. Sin embargo hay otras menos inteligentes o con problemas que difícilmente podrán acceder a mejores trabajos y únicamente podrán acceder a trabajos precarios. Se deben aplicar medidas que regulen estos trabajos precarios para que aseguren unos ingresos mínimos y mejoren la dignidad de los trabajadores.  

La Carta Social Europea en su artículo 4 reconoce el derecho de los trabajadores a una remuneración suficiente que les proporcione a ellos y a sus familias un nivel de vida decoroso. Este derecho está relacionado con el salario mímimo profesional o con el comercio justo. Es un derecho fundamental para asegurar una distribución de la riqueza más justa y equitativa. En términos económicos una remuneración justa aumenta el nivel adquisitivo y el acceso a bienes de consumo que es pilar fundamental de nuestro modelo productivo.  

La tasa de paro de los jóvenes en España es de las más elevadas de Europa. Desde hace décadas la falta de empleo para los jóvenes genera una situación de precariedad laboral con bajos sueldos que entre otras consecuencias retrasa la edad de emancipación de los jóvenes en España. Otras consecuencias son, reducción de la tasa de natalidad, fuga personas formadas a otros países.

Se necesitan medidas políticas que fomente la creación de empleo entre los jóvenes, mejorar el sistema educativo para tener unos jóvenes mejores preparados, para trabajar por cuenta ajena pero que fomente el emprendimiento y las iniciativas empresariales entre los más jóvenes.

Tenemos que conseguir jóvenes bien formados, con mentalidad empresarial, preparados para iniciar una empresa. Tenemos que retener a nuestros jóvenes en nuestro país y evitar perder con ello el dinero invertido en su educación.

Los parados de larga duración necesitan volver a acceder al mercado laboral y evitar el riesgo de exclusión social. Se necesitan medidas políticas que ayuden a resolver las dificultades específicas que les impiden conseguir un empleo y que estimulen su contratación por las empresas. Las medidas que fomentan la inserción de estos colectivos son más efectivas y sostenibles que las políticas pasivas como prestaciones de desempleo específicas para estos colectivos, que emplean fondos públicos que dejan de utilizarse para otras medidas sociales.

Las personas con discapacidad física o intelectual están en condiciones de desigualdad para acceder a puestos de trabajo. Se necesitan medida políticas que fomenten el acceso de estos colectivos al mercado laboral.

Los personas en riesgo de exclusión social necesitan centros especializados de empleo que además de proporcionarles un trabajo les proporcione ayuda personal para resolver sus problemas de integración.

La personas en riesgo de exclusión social necesitan ayuda especializada para resolver sus problemas antes de lograr la inserción en la sociedad.

Las familias con hijos pequeños a su cargo necesitan medidas que faciliten su incorporación al mercado laboral, en especial las familias más vulnerables y monoparentales. En la mayoría de familias sus miembros no pueden permitirse reducir su jornada laboral o dejar su trabajo para atender a sus hijos pequeños. En esta etapa de su vida se necesitan mayores ingresos para hacer frente a los nuevos gastos que suponen la atención de los niños pequeños

España es uno de los países de Europa con una menor tasa de Natalidad. El envejecimiento de la población pone en peligro la sostenibilidad de nuestra sociedad del bienestar. Es necesario aplicar medidas que fomenten el aumento de la tasa de natalidad. La población joven necesita ayudas y facilidades para formar una familia y criar a sus hijos.

La educación gratuita permite que sea accesible a toda la población. Cuando las personas pueden acceder a una educación de calidad, pueden escapar del ciclo de la pobreza.